jueves, 8 de marzo de 2018

SIGNIFICADO DE EDUCACIÓN


SIGNIFICADO DE EDUCACIÓN
Autora Lilian Arellano Rodríguez
Ver sitio educadesdelaciencia.blogspot.cl

CIUDADELA UNIVERSITARIA
Porque la Filosofía es una actitud de vida, una constante búsqueda y compromiso con la verdad, el bien y la belleza… Porque la universidad es una vocación de amor por el Universo... Porque a la universidad no se va sino se hace… Porque el educador cultiva la filosofía, ciencias y artes para forjar la nobleza del alma...
Les invito a hacer, de estas páginas, una ciudadela universitaria para el encuentro de quienes se unen en la vocación de educar. Bienvenidos

Los atributos de la realidad: ser, actuar y valer, nos permitirán sentar las bases del saber sobre la educación: Este saber lo podremos llamar, entonces: Ontología de la Educación; pues responderá a las interrogantes ¿Es real la educación, posee substantividad o es parte de una realidad; existe y de qué forma,  qué o quiénes son educables, cuál es su relación con la verdad, bien y belleza; quiénes son sus actores y cuál es la forma de relacionarse con ellos; por qué y para qué de su existencia…?
1º  La educación es una nota real que pertenece a cada persona. Tú, yo…, somos cada uno una realidad cuya esencia nos hace ser quien somos (tales) y nos da la substantividad necesaria para existir como una realidad tal y no como parte de otra realidad. La educación no nos hace personas, sino porque somos personas somos educables (poseemos la potencialidad de educarnos) y actuamos educativamente.
2º  La educación es una acción real, derivada de la combinación funcional cuerpo – espíritu. La actuación del espíritu sobre nuestro cuerpo o del cuerpo sobre el espíritu, hace que surja en nosotros el deseo de perfeccionarse: educación es el perfeccionamiento voluntario de nuestro ser personal.
 El perfeccionamiento educativo no es instantáneo, implica un proceso que se inicia con la intención de educarse.  La intención es una actuación de la voluntad que debe mantenerse a pesar de los obstáculos que encontremos en el camino
  La intención de ser mejores como personas implica decisiones educativas (y hay que saber decidir en forma oportuna, constante y correcta) e innumerables, constantes y esforzadas acciones educativas que pongan en acto aquellas decisiones.  No es suficiente la intención para ser mejores, hay que ser perseverante, hacer lo que se debe hacer para ser quien se debe ser.  A veces, la lucha no es con los límites del organismo sino con la falta de perseverancia, la indisciplina o desorden, la flojera, la comodidad, las conveniencias…
  Nuestra existencia es perfectiva hasta el último instante de vida: siempre podremos ser mejores: más generosos, más justos, más misericordiosos, más prudentes: más sabio-amantes.  Sabio es quien saborea la verdad; no sólo descubre la verdad real sino la ama, esto es,  la asume como principio de vida que por amor al Universo y a los mundos que en él conviven, se dedica a  entender y enseñar. 
6º  No sólo hay que descubrir la naturaleza, hay que amarla y cultivarla; no sólo hay que descubrir al ser humano, hay que amarlo y cultivarlo; no sólo tenemos que descubrirnos a nosotros mismos, tenemos que amarnos y cultivarnos.
                La educación implica la realización del valor de nuestra realidad; no sólo su descubrimiento.   Podemos descubrir el bien real y no realizarlo; descubrir la verdad real y no realizarla, descubrir la belleza real y no realizarla… Ahora bien, quien descubre y realiza su ser real, es feliz y descubre que es feliz quien hace feliz a los demás: Quiere saber más del cuerpo humano, para sanar o disminuir el dolor de los enfermos; quiere saber qué es la justicia para ser más justo y contribuir con leyes más justas y hacer juicios justos, quiere entender  la naturaleza para nutrir la tierra…  Por ello la educación tiene que ver con la felicidad; pues quien realiza su verdadera realidad es feliz cooperando con la realización de los demás.
  Por ello, no es lo mismo persona instruida o erudita que persona educada o culta; no es lo mismo instructor que educador. Llamamos instrucción a la adquisición y entrega de conocimientos, estrategias, habilidades específicas.  Así, hablamos de instructor e instruidos. Una persona puede tener 18 años de instrucción y ser muy instruido en justicia: saberse las leyes, dar conferencias sobre lo que es la justicia y él, realmente, ser injusto, esto es, no educado.  La instrucción no nos dice quién realmente eres tú; la educación, sí.  Por ello, hablar de la calidad de la educación es hablar de la calidad de persona que queremos ser: es una cuestión de moral, de formación de valores y no de mera instrucción.
8º  La educación es autoeducación   pues sólo cada uno puede educarse a sí mismo: nadie puede existir mi existencia, pensar mis pensamientos, decidir mis decisiones: Cuando digo “decide tú” ya estoy decidiendo… Por mucho que amemos una persona, no podemos doler su dolor: cada cual duele su dolor de muela y se alegra con sus alegrías.  Si tú estás triste, tal vez también me ponga triste; entonces seremos dos personas tristes, cada uno sintiendo su tristeza sólo que en compañía del otro.   Por lo mismo, sólo cada uno debe tomar la decisión de educarse, actuar educativamente, perfeccionarse, ser mejor  ¿Si la educación es autoeducación,  por qué hablamos, entonces, de grandes o malos educadores y de la profesión de educar?

9º  Debemos hacer una distinción entre causa e influencia: la causa es la determinante de la existencia de algo; siempre es interna o íntima.  La causa de que un vidrio se quiebre cuando se le tira una piedra, es su fragilidad; si no fuera frágil no se quebraría ni con un balazo; de hecho, existen vidrios antibalas.  En cambio, llamamos influencia para referirnos a lo que ayuda o dificulta la acción de la causa: para que un vidrio frágil se quiebre, es suficiente echarle agua caliente, tirarlo a suelo, pegarle un cabezazo, un terremoto… etc.  Aplicado al ser humano, podemos decir que si la persona es débil de voluntad (causa) es fácil que cualquiera la convenza (influencia).
                Respecto a la educación, debemos decir que cada cual es causa de su educación – es autoeducación- sólo yo soy educador de mí mismo. El profesor, nuestros padres, los medios de comunicación pueden influir más o menos o nada – positiva o negativamente- en mi educación.  La influencia dependerá de nuestra madurez, sabiduría, convicciones, fuerza de voluntad, raigambre moral. Por ello, la famosa frase “La ocasión hace al ladrón es falsa; pues es el ladrón el que busca la ocasión”  Quien es honrado por convicción, aunque tenga todas las posibilidades de robar, no robará: es educado en honradez; es honrado.

                Llamaremos, entonces, educador a quien influye positivamente en la autoeducación de los demás, creando situaciones educativas que orienten, guíen al educando.  El educador enseña; pero es el educando quien siempre tendrá la última palabra: él decidirá si aprovecha o no la oportunidad que se le ofrece.  Inversamente, a pesar de las malas influencias, de las presiones para actuar indebidamente, tomar malas decisiones, no hacer lo que se debe hacer, el educando se educará, superando las adversidades que provienen del exterior y sus propias limitaciones.  El gran pianista, es un gran pianista, gracias a su don y voluntad de serlo: el gran maestro de piano sólo le cooperó e influyó positivamente.
10º  Debido a que autoeducarse o educar es complejo, requiere de constantes decisiones, acciones, colaboración de otras personas, materiales o medios diversos, organizamos las acciones, hacemos proyectos, planificamos, esto es, creamos un sistema educativo.  Llamamos sistema educativo, a la forma como cada persona organiza sus diversas acciones para educarse: lecturas, tiempos de reflexión, diálogos, indagación, experimentación, trabajos, programaciones, estrategias de aprendizaje, etc.  Por extensión, se usa la palabra sistema educativo para referirse a la organización de las acciones educativas a nivel formal mayor: sistema educativo de una escuela, de una comunidad, de un país.
11º Por último, digamos que llamamos educatividad a esta capacidad de facilitar (influir) positivamente en la educación de los demás, poniendo al servicio de ello todas nuestras potencialidades.  El educador es un creador de situaciones que instan al educando a educarse.  Sócrates es un símbolo de los educadores, pues dio su vida por enseñar la verdad; en homenaje a él y a todo educador el nombre de “Aulas Socráticas” a pequeñas reflexiones temáticas. Precisamente, en este punto, deben recurrir a lAula Socrática I: “El perfil del educador y su  amor por la verdad”, cuya entrada aparece en la columna derecha del blog creado por la profesora Lilian Arellano Rodríguez: educadesdelaciencia.blogspot.com



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